Una Navidad para sembrar fe en los más pequeños

“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.” Mateo 19:14

Quiero comenzar compartiendo algo muy especial para mí. Mi nieto Santiago, con apenas dos añitos, ya escucha cada día la historia del nacimiento de Jesús. Le contamos cómo María y José llegaron al pesebre, y él se emociona especialmente cuando hablamos de los animales que “acompañaron” al pequeño Salvador. ¡Le encanta esa parte! Y mientras lo escucho repetir palabras y abrir sus ojitos con asombro, entiendo cuán poderoso es sembrar en un niño la historia de Cristo desde tan temprano: ¡Navidad es Jesús! dice, mi corazón se llena de alegría al darme cuenta cómo su corazón ya se está preparando para entender que Cristo es su Salvador.  

Nuestro amado Salvador, durante Su ministerio, fue el amigo más cercano de los corazones sencillos. Se acercó con ternura a los marginados, a los pobres, a las mujeres… y de manera muy especial a los niños. Su dulzura era tan palpable que los pequeños corrían hacia Él con libertad y alegría.

Jesús no sólo los recibió: los honró, los consideró valiosos, importantes, dignos del Reino. ¡Qué declaración tan extraordinaria!

Cuando un niño aprende desde pequeño quién es Cristo, su corazón se inclina naturalmente hacia Él. Por eso es tan necesario enseñarles la Palabra, guiarles en oración y mostrarles —con hechos y con amor— que Jesús es el centro de la vida.

Y cuando Jesús dijo: “¡No se lo impidan!”, usó un imperativo. No fue una sugerencia; fue un llamado urgente.

A veces, sin querer, podemos impedir que nuestros niños se acerquen a Dios:

1. Cuando llenamos su vida de actividades, pero dejamos la oración o el devocional para “cuando se pueda”.

2. Cuando ignoramos traerlos al templo, les enseñamos, sin palabras, que Dios no es prioridad.

3. Cuando solo buscamos a Dios en tiempos de necesidad, les transmitimos que Él es un recurso de emergencia y no el Señor de nuestra vida.

4. Cuando vivimos amargadas, resentidas o sin gozo, les damos la impresión de que la fe no cambia nada.

Hoy es nuestro tiempo de sembrar. Hoy es nuestro llamado a guiarlos hacia Cristo, porque solo Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Y esta Navidad, más que nunca, tenemos una oportunidad increíble: Enseñemos a los niños que lo más importante no son los regalos, sino la venida de Jesús. Que sus corazones celebren al Salvador antes que cualquier otra cosa, y que en cada hogar la historia del pesebre sea contada con amor, como una semilla eterna sembrada en sus pequeñas almas.

Por favor recuerda que estamos haciendo una campaña navideña para los niños de las comunidades del Altiplano en Puno, si deseas unirte a bendecir a estos pequeños, tu apoyo será de mucha bendición.

Con amor

Martha Vílchez de Bardales

• Banco BBVA Cuenta en soles: 0011-0145-0200449680

• Banco BBVA CCI: 01114500020044968004

• Banco BBVA Cuenta en dólares: 0011-0145-0200449699

• Banco BBVA CCI: 01114500020044969904

• Banco BCP Yape: 998392845

Gracias por sembrar en este ministerio. Tu generosidad nos permite seguir compartiendo la Palabra de Dios y alentando a muchas mujeres y familias.