Arrepentimiento sincero
- IB La Molina

- 29 jun 2021
- 3 Min. de lectura
“Ahora bien, afirma el Señor, vuélvanse a mí de todo corazón, con ayuno, llantos y lamentos. Rásguense el corazón y no las vestiduras. Vuélvanse al Señor su Dios, porque él es bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, cambia de parecer y no castiga. Tal vez Dios reconsidere y cambie de parecer, y deje tras de sí una bendición. Lloren, sacerdotes, ministros del Señor, entre el pórtico y el altar; y digan: Compadécete, Señor, de tu pueblo. No entregues tu propiedad al oprobio, para que las naciones no se burlen de ella. ¿Por qué habrán de decir entre los pueblos: ¿Dónde está su Dios? Entonces el Señor mostró amor por su tierra y perdonó a su pueblo.” Joel 2: 12-14; 17-18.

Seguimos en oración y ayuno buscando el rostro de Dios en oración para obedecer lo que nos mande hacer. La nación de Israel se había apartado del Señor, el Señor les había advertido que vendría un juicio como consecuencia de su desobediencia, así que ahora ellos estaban conscientes que su deber era arrepentirse. Este pueblo buscaba a Dios con mucho miedo, cuando notaban que las consecuencias estaban sobre ellos. No podemos criticarlos porque muchas veces hacemos lo mismo.
Sin embargo cuando nos arrepentimos porque vemos que el castigo está cerca no es menos válido, lo importante es arrepentirse con sinceridad y volver al Señor de todo corazón.
Dios mismo en este capítulo les dijo a su nación cómo y cuándo arrepentirse:
El tiempo es ahora: “Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo”
Con arrepentimiento: “Entréguenme su corazón.”
Con sacrificio: “Acérquense con ayuno, llanto y luto.”
Con sinceridad: “Desgarren sus corazones”
Con voluntad: “Regresen al Señor”
Con obediencia: “Avisen a todo el pueblo, proclamen un ayuno”
Con adoración: “Que se levanten y lloren en la entrada del templo”
Que oren: ¡Perdona a tu pueblo, Señor!
El arrepentimiento es sincero cuando te alejas del pecado, cuando con todo el corazón le entregas todo lo que puedes a Dios. El arrepentimiento sincero se marca con acción (con ayuno) y emoción (con lloro y lamento) No cada acto de arrepentimiento va a incluir ayuno y lamento, pero si la acción y la emoción están ausentes, no es arrepentimiento genuino.
“Vuélvanse a mí ahora, mientras haya tiempo; entréguenme su corazón. Acérquense con ayuno, llanto y luto. No se desgarren la ropa en su dolor sino desgarren sus corazones. Regresen al Señor su Dios, porque él es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable.”
Me llama la atención la actitud de rasgar las vestiduras. En la cultura judía una muestra de lamento era rasgar sus vestidos. Era una manera de decir, “Estoy tan sobrecogido con dolor que no me importa si mi ropa se arruina y me veo mal.” Por eso Joel que sabía que se podían rasgar los vestidos sin rasgar el corazón, describió el tipo de arrepentimiento de corazón que realmente agrada a Dios.
No nos arrepentimos con la idea de que “Dios es tan Fuerte y Justo y Santo, que si no me arrepiento Él, me castigará con su poder.” Si piensas así tu arrepentimiento basado en el miedo, será pasajero, mientras te dura el miedo, por el contrario, la idea debe ser: “Dios es tan misericordioso y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia que me librará de lo que me merezco si me regreso a Él.”
En realidad es su bondad la que nos lleva al arrepentimiento. Romanos 2:4
¿No te das cuenta de lo bondadoso, tolerante y paciente que es Dios contigo? ¿Acaso eso no significa nada para ti? ¿No ves que la bondad de Dios es para guiarte a que te arrepientas y abandones tu pecado?
Sigamos en este ayuno y volvamos el corazón a Dios para que perdone el pecado de nuestra nación.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales









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