top of page
  • TikTok
  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
  • White YouTube Icon

Ayuno por la Patria

  • Foto del escritor: IB La Molina
    IB La Molina
  • 22 jun 2021
  • 4 Min. de lectura

“Y me dijo: Daniel, varón muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque a ti he sido enviado ahora. Mientras hablaba esto conmigo, me puse en pie temblando. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.” Daniel 10: 11-12

ree

La visión que se narra en este capítulo es tan maravillosa que sólo al leerla me quedo sorprendida del privilegio que recibió Daniel al poder haber visto con sus ojos naturales, tremenda maravilla. Habían transcurrido dos años entre el momento en que el rey Ciro dio permiso a los judíos para regresar a Jerusalén y el momento en que Daniel tuvo esta visión. Su corazón estaba muy preocupado por su nación, esta emoción era tan fuerte que se mantenía en oración.

Daniel estaba sufriendo, en este capítulo se puede percibir su profundo dolor, ese dolor de corazón que quizás solo conocen aquellos que, como Daniel, comparten un amor sincero por el pueblo de Dios. Daniel no pudo regresar a Jerusalén, pero a sus oídos llegaron las malas noticias, los que habían subido a Jerusalén habían fracasado en cumplir la reconstrucción, todo seguía en ruinas por culpa de la pereza y la indiferencia de los que regresaron. Y encima de eso, también supo que se habían formado alianzas con los extranjeros que rodeaban a Jerusalén, de modo que nadie cumplió la voluntad de Dios.

Cuando un siervo de Dios se aflige por ver pocos resultados puede quedar detenido por la frustración o puede duplicar su tiempo de oración para recibir las fuerzas de Dios.

Habían motivos serios para la congoja de Daniel:

  • Estaba afligido porque solamente unos pocos Judíos habían regresado con Esdras del exilio.

  • Se enteró que Esdras enfrentó una oposición severa para reconstruir el templo.

  • Se sintió inútil porque no pudo regresar con el grupo de exiliados, ya que tenía una edad aproximada de 84 años en ese tiempo.

  • Los que no quisieron quedarse en Jerusalén se habían acostumbrado a la nueva sociedad en que vivían ahora, estaban cómodos y suficientemente paganizados. En realidad estaban enredados en la sociedad en la que vivían, eran prósperos y la idea de ir a una ciudad en ruinas les pareció tonto.

  • Todos los deseos de Daniel para Jerusalén no se cumplieron. El gran sueño de su corazón era que setenta años después de que fue llevado cautivo, toda la nación regresaría, y reconstruirían el templo, la ciudad, el muro, la nación y sobre todo el culto al verdadero y único Dios. Pero no fue así.

  • Sólo un pequeño número regresó y no pudieron lograr nada. No pudieron establecer la nación. No pudieron establecer la monarquía. No pudieron reconstruir la ciudad. Ni siquiera pudieron poner en marcha el santuario.

¿Qué hizo este varón de Dios cuando el dolor lo dominaba? Daniel ayunó.

“En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.”

La idea bíblica de ayunar es abstenerse por completo de la comida, bebiendo agua solamente. Pero Daniel nos enseña otra forma de abstinencia dedicada a Dios. Él se abstuvo de todo lo que implicaba fiestas y alegría, pero no sólo comidas, sino que también dice: “Tampoco me ungí a mí mismo ".

En ese tiempo se solía usar un aceite fragante en sus cuerpos y lo aplicaban a su piel por varias razones. Uno era proteger la piel de la fuerza del sol, otro era mantener la piel suave, pero esta unción tenía sobre todo el símbolo de alegría, si ibas a relacionarte con las personas te untabas aceite. Pero, si estabas de duelo, no lo usabas porque estabas viviendo un momento de pérdida y dolor. Daniel estaba de duelo por su nación Jerusalén. Esto significaba que ni siquiera se quiso bañar por tres semanas porque estaba muy afligido.

Al explicar los motivos del ayuno de Daniel quiero demostrar que su dolor por su nación fue sincera, él no ayunó por motivos egoístas, no quiso pedir nada para sí, él ayunó para tener respuestas de Dios concernientes a Jerusalén, ayunó para tener la oportunidad de recibir revelación profética y saber cómo guiar al pueblo, ayunó para ser liberado de la pena y la frustración porque necesitaba sentir el renuevo del Señor y continuar con la obra.

El propósito del ayuno cristiano es buscar una relación más íntima con Dios, cuando te abstienes de las cosas auto-gratificantes, te enfocas en las cosas de Dios. Creo que mi amada nación necesita que muchos siervos de Dios nos pongamos de acuerdo para orar y ayunar en unidad, este país necesita renunciar y rechazar el odio que se ha metido en el corazón de muchos peruanos y los hace insultar y atacar con furia a sus propios hermanos, pero también debemos ayunar para que el miedo y toda emoción paralizante no se meta en la mente de los hijos de Dios. Ponerse de acuerdo es fácil cuando hay humildad. Mi oración es que seamos más de dos que quieran ser parte de este grupo de intercesores que ore y ayune por el Perú.

Con amor

Martha Vílchez de Bardales


 
 
 

Comentarios


IB La Molina

Av. 7, 580 La Molina

Av. La Molina 2810 CC. Rinconada

Email: secretariaiblamolina@gmail.com

Celular: +51 998 392 869

Otros servicios

Ponemos a su disposición nuestra moderna infraestructura para las siguientes actividades:

  1. Alquiler de oficinas temporales y permanentes.

  2. Sala de directorio para reuniones y juntas.

  3. Salones multiusos.

  4. Ambientes para eventos corporativos.

Póngase en contacto con nosotros a fin de proveer más información.

Recibir información mensual

¡Gracias por suscribirte!

bottom of page