top of page
  • TikTok
  • White Facebook Icon
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon
  • White YouTube Icon

Canciones del recuerdo

  • Foto del escritor: IB La Molina
    IB La Molina
  • 26 nov
  • 4 Min. de lectura

“Desde antes de nacer y hasta los últimos días de tu vida, yo soy tu Dios. Yo los he cuidado desde que estaban en el vientre; yo los he sostenido, y los seguiré sosteniendo.” Isaías 46:3-4 

ree

¿Sabían ustedes que las canciones de la infancia quedan grabadas en la memoria emocional? Lo que escuchaste o cantaron a tu alrededor cuando eras niña, aunque no recuerdes conscientemente, queda guardado en un nivel muy profundo llamado memoria implícita. Y esta memoria se activa en situaciones cargadas de emoción, como: tener un bebé en brazos.

Eso fue lo que me pasó hace poco cuando nació mi nieto Santiago y lo tomé por primera vez entre mis brazos. Era pequeño, indefenso, completamente dependiente, en ese momento en mi corazón se despertó una fuerza inexplicable. Ocurrió algo que jamás imaginé: un himno  antiguo, que no recordaba haber cantado, volvió a mi memoria como si hubiera estado esperándome durante años. Sus palabras salieron solas de mis labios: 

“No tengo temor// Jesús me ha prometido, siempre contigo estoy. He visto el fúlgido rayo y  oído el trueno rugir; las olas con su estallido queríanme destruir; Oí la voz de mi Cristo, calmó la cruel tempestad; pues prometió no dejarme; siempre conmigo está".

Y el coro, tan fuerte y tan tierno a la vez, envolvió ese instante: “No tengo temor, no tengo temor, Jesús me ha prometido, siempre contigo estoy”

Yo no sabía de dónde venía ese himno. No recordaba haberlo cantado de niña ni joven. Pero allí estaba, despertando justo cuando tenía un bebé recién nacido en mis brazos, justo cuando una nueva generación comenzaba en mi familia. Quise investigar un poco sobre este hecho y descubrí que la ciencia confirma lo que el Espíritu ya sabía, la neurociencia hoy explica algo precioso: los recuerdos que recibimos en la infancia, especialmente los que están acompañados de cariño y consuelo, no se guardan en la memoria racional, sino en la memoria emocional profunda. Es decir: Un bebé no recuerda palabras, pero sí melodías. No recuerda frases completas, pero sí sensaciones de seguridad. No recuerda eventos, pero sí las voces que lo calmaron. Cuando tomé a Santiago en mis brazos, mi cerebro reconoció ese momento como uno lleno de ternura y responsabilidad, un momento parecido al que yo viví con mi mamá.

Mientras cantaba, el Espíritu de Dios me mostró algo hermoso: esas palabras quizá fueron cantadas por mi mamá para calmarme cuando yo era una bebé, quizá las escuché mientras jugaba, o mientras ella me arrullaba, y aunque yo no lo recuerdo conscientemente, mi alma sí lo recuerda. Esas melodías quedaron guardadas profundamente, como semillas dormidas bajo la tierra, esperando el momento perfecto para brotar.

Cuando nació Santiago, brotaron. Cuando nació mi segundo nieto Darius, volvieron a brotar.

Y ahora que Santiago tiene dos años, esas canciones continúan trayendo paz y sueño a su pequeño corazón. Son melodías simples, pero cargadas de promesas eternas.

Pero esa canción no fue la única que apareció milagrosamente en mi memoria, también me sorprendí a la hora de hacer dormir a mis bebés que otra canción vino: “Nunca desmayes en todo afán, te cuidará el Señor, sus fuertes alas te cubrirán, te cuidará el Señor, No te verás solo jamás, velando está su amor, te cuidará el Señor." Santiago y Darius me escuchan, se calman, apoyan la cabeza en mi hombro, como si su alma entendiera un idioma que aún no sabe hablar: el idioma de la confianza en Dios.

Mientras vivía estos momentos, comprendí algo profundo: las canciones de fe que nuestras madres nos cantaron no desaparecen. Permanecen escondidas como un tesoro dentro de nosotras, esperando el día en que también las necesitemos. Y cuando llegan nuestros propios hijos o nietos, esas canciones vuelven para cumplir el mismo propósito: traer consuelo, sembrar fe, recordar que Dios nunca abandona. Hoy entiendo que mi mamá, sin saberlo, no solo me arrullaba, me estaba enseñando a confiar en la compañía de Dios.

Es la fe que pasa de una generación a otra, no por discursos largos, sino por canciones simples que hablan de un Dios que cuida.

Ayer le canté a mis tres hijas, hoy las canto a mis nietos, y cuando escucho a Santiago quedarse en silencio y descansar, siento una emoción profunda: la misma seguridad que me dieron a mí, ahora la reciben ellos. Es como si el Señor me dijera: “Lo que sembraste en tus hijas, y lo que tu mamá sembró en ti, no se ha perdido. Mi presencia sigue ahí, abrazando a tu familia.”

Mi hermana amada recuerda que tu voz puede ser el eco del amor de Dios, te invito a seguir cantando, incluso cuando creas que nadie escucha. Sigue sembrando melodías de fe, sigue abrazando con canciones de esperanza, sigue hablando del Dios que dice: “No te dejaré nunca siempre contigo estoy.” Estas canciones no solo arrullan: forman el alma. Y un día, cuando menos lo esperes, volverán como regresaron a mí: como un recordatorio tierno de que Dios ha caminado con tu familia desde antes que tus hijos supieran hablar.

Con amor

Martha Vílchez de Bardales


Si los devocionales han bendecido tu vida y deseas apoyar la obra que el Señor nos ha confiado, puedes hacerlo con una ofrenda de amor a las siguientes cuentas de ahorros:

  • Banco BBVA Cuenta en soles: 0011-0145-0200449680

  • Banco BBVA CCI: 01114500020044968004

  • Banco BBVA Cuenta en dólares: 0011-0145-0200449699

  • Banco BBVA CCI: 01114500020044969904

  • Banco BCP Yape: 998392845

Gracias por sembrar en este ministerio. Tu generosidad nos permite seguir compartiendo la Palabra de Dios y alentando a muchas mujeres y familias.



 
 
 

Comentarios


IB La Molina

Av. 7, 580 La Molina

Av. La Molina 2810 CC. Rinconada

Email: secretariaiblamolina@gmail.com

Celular: +51 998 392 869

Otros servicios

Ponemos a su disposición nuestra moderna infraestructura para las siguientes actividades:

  1. Alquiler de oficinas temporales y permanentes.

  2. Sala de directorio para reuniones y juntas.

  3. Salones multiusos.

  4. Ambientes para eventos corporativos.

Póngase en contacto con nosotros a fin de proveer más información.

Recibir información mensual

¡Gracias por suscribirte!

bottom of page