Dios no tarda en ayudarte

“Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan, y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido. Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.” Salmos 40:16-17

Estos días pensaba en la tristeza de mis hermanos que sufrieron pérdidas de seres amados, y por eso busqué en la palabra de Dios el consuelo para ayudar a los que sufren. Hoy seguí meditando en estas cosas y el Señor me dirigió a este salmo: ¡Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan!

David llamó al pueblo de Dios a estar alegres en Él, todo el que busca al Señor, no importa la intensidad de su pena y lamento, cuando busca al Señor, Él se deja hallar y te ayuda a alegrarte nuevamente.

David estaba entristecido, pero pudo afirmar: “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí”. Es difícil ponerse en lugar del que está sufriendo, es mucho más difícil ayudarlo a consolar, pero Dios sí puede ser Ayuda, Libertador y Consolador.

Ayer también estuve meditando en la desesperación de los familiares que no pueden ver a sus pacientes internados, que angustia debe dar el tener que esperar alguna noticia, pero Dios nos pide que esperemos a que Él actúe:

“Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera.” Isaías 64:4

Hoy leí este versículo del salmista y fue como si el Señor me añadiera (porque ve que me sigue angustiando la espera) que mientras yo estoy esperando y desesperando, Él piensa en mi. ¿Te imaginas que Dios pueda pensar en ti mientras te mira triste y adolorido? El piensa en ti, no lo dudes, mira lo que dice el salmista en Salmos 40: 5 “Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.”

Todos los pensamientos de Dios son perfectos, quizá por la circunstancia que estás atravesando parece que estás sólo e incomprendido, pero Dios te mira y piensa en ti, Él viene pronto a socorrerte, Él es quien te libera de todas tus cargas, su liberación no es circunstancial, no depende de nadie, ni de nada que tus ojos vean, su liberación empieza cuando oras y le pides que no tarde, allí viene tu libertador que declarará a las huestes de maldad, que eres su hijo amado, que eres su hijita amada, no estás solo.

Dios es tu Socorro y Libertador. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; Despierto, y aún estoy contigo. Salmo 139:17-18

Con amor

Martha Vílchez de Bardales