Dios tiene planes perfectos

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” Jeremías 29:11-13

Jeremías veintinueve contiene una carta de Jeremías (escrita como el profeta del Señor) a los exiliados en Babilonia. Estaba especialmente dirigida a los líderes (los ancianos que habían quedado) de la comunidad judía allá. Dios quería que el pueblo judío se multiplicara en Babilonia, tal y como ellos se multiplicaron en Egipto. El exilio no significaba que Dios se había olvidado de ellos o que los quería destruir.

El Señor también quería que ellos hicieran el bien en sus comunidades y que fueran una bendición para sus vecinos en Babilonia. Esto era algo difícil de aceptar para esos exiliados, es que cuando somos probados estamos propensos a pensar mal, pensar por ejemplo que el Señor nos está castigando o nos ha abandonado, eso es lo que torturaba la mente de este pueblo a lo que el Padre Amoroso les respondió:

“Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el SEÑOR, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza.”

Parece que ellos no recordaban las promesas del Señor y por eso las palabras de Dios fueron dictadas a Jeremías para que quedaran impresas en esta carta.

Dios piensa en nosotros, Dios piensa en ti y en mi. El salmista reconoció también esta verdad:

“Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados.” Salmo 40:5

¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo. Salmo 139:7-8

Como madre mis pensamientos están sumergidos en una completa oración al Padre Celestial por la vida de mis hijas biológicas y mis hijitos espirituales, pero soy una minúscula mente comparada con los pensamientos de Dios que siempre corren hacia todos sus hijos especialmente cuando pasamos por aflicción.

Dios nunca está ocupado cuando se trata de pensar en sus hijos amados, y es maravilloso que nos revele que sus planes son de paz y nunca de mal para darnos aún más y mejor de lo que esperamos.

Jeremías escribió esta carta a los antiguos judíos que estaban bajo el exilio babilónico, aunque ellos pensaron que habían perdido toda la esperanza de tener el respaldo del Señor, en estas líneas podemos conocer a un Dios lleno de Misericordia que nuevamente les abrió los brazos para derramar amor y perdón. Dios tenía un futuro y una esperanza para su pueblo aunque estuvieran en el exilio, aunque estuvieran sufriendo las consecuencias de la desobediencia, es mentira que Dios rompe una relación, más bien como el padre del hijo pródigo espera que volvamos a él para darnos un futuro y una esperanza.

El tiempo del exilio fueron setenta años, ¿Es que ellos necesitaron tanto tiempo para reconocer sus pecados y volver al Señor? Parece que si: “Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.” Jeremías 29:10

Ni 10, ni 20, ni 30, ni 50 años fueron suficientes para que Israel se volviera humilde, tuvieron que pasar 70 años para que la nación empezara a orar. El Señor no quería oír rezos ni palabrerías religiosas como los hipócritas que creen que por sus abundantes palabras son oídos, el profeta habló de buscarle con todo el corazón:

“Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.”

Los judíos gemían mil veces cada año cuando eran oprimidos por los caldeos; ellos decían que oraban pidiendo ayuda porque tenían que soportar toda clase de abusos y maltratos, pero cuando este castigo cesaba nuevamente endurecían sus corazones, por eso pasaron setenta años en ese ciclo de aprendizaje, hasta que las oraciones cambiaron y empezaron a ser movidas con sentimientos que agradaron el corazón de Dios. ¿Cuáles son las oraciones correctas? Las que son hechas con sinceridad e integridad.

Todos estos meses hemos orado con fidelidad por cientos de personas amadas, hemos orado sobre todo por la salud, la paz del alma, la provisión, el consuelo en cada pérdida, etc. Y hoy el Señor nos dice que sigamos orando, pero oremos adorando su Nombre, oremos confiando que Él tiene planes para cada uno de nosotros, oremos con corazones humildes y reconociendo nuestra condición y necesidad de Dios. Les pido oración por mi hija Deborah Martha Jael, acaba de salir positiva en la prueba del Covid19. Ella es sierva de Jesucristo y sé que todo nos ayudará a bien porque los planes de mi Señor son perfectos.

Con amor:

Martha Vílchez de Bardales

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