La escritura en la pared
- IB La Molina

- 14 jun 2021
- 5 Min. de lectura
"Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas." Daniel 5:25-28

La historia de la mano de Dios escribiendo en la pared, es una de mis favoritas de todo el Antiguo Testamento, hasta recuerdo los trabajos manuales que hice siendo niña en donde pintamos la mano escribiendo, Mene, mene, Tekel, Uparsin.
Cuando leemos los capítulos bíblicos podríamos pensar que los sucesos suceden de un día a otro, pero no siempre es así, los estudiosos dicen que pasaron casi setenta años desde los eventos del capítulo 1 de Daniel, hasta el capítulo cinco. Entonces ahora en el capítulo cinco vemos que Nabucodonosor había muerto. Dicen los historiadores que este rey gobernó cuarenta y tres años y fue seguido por su hijo Evil-Merodach.
Pero debido a que su gobierno fue arbitrario y licencioso, fue asesinado después de haber reinado solo dos años. Los siguientes años ocuparon el trono otros hijos de Nabucodonosor, estos fueron períodos breves porque hubieron conspiraciones y mucha ambición.
Los historiadores no encontraban ninguna mención de Belsasar, a quien Daniel declara rey de Babilonia, pero el nombre del rey sin embargo, apareció en los documentos cuneiformes, por lo que no puede haber dudas sobre su historicidad.
El rey Belsasar hizo una fiesta religiosa en honor a sus dioses babilónicos, esto me hace pensar en las fiestas patronales donde se bebe y come en exceso. Sus invitados fueron como mil de sus oficiales, como sabemos estas fiestas duraban días. Esa noche, mientras disfrutaban del vino, Belsasar, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén; para que bebieran en él sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Y mientras se emborrachaban adoraban a sus dioses de plata, bronce, hierro, madera y piedra
Cuando Daniel tuvo la oportunidad de hablar directamente con Nabucodonosor no se calló nada de la revelación divina, en el capítulo dos la revelación fue: “Después de ti se levantará otro reino inferior a ti” (Dan. 2:39). Pues en efecto, en el capítulo 5, esta profecía estaba a punto de cumplirse.
Creo que aunque Nabucodonosor no fue un total convertido a la fe verdadera, debido a su relación con hijos de Dios, supo honrar todo lo relacionado con la fe de Daniel, pero no fue así con Belsasar, este descendiente era necio, no sólo para emborracharse y perder su dignidad en esa fiesta, sino también para burlarse abiertamente de Dios. Al tomar las copas del templo, cometió el pecado de sacrilegio, porque quiso demostrar que sus dioses paganos habían dominado y vencido al Dios de Israel. Esta era una blasfemia de alto grado, y por lo tanto, fue castigado pronto por Dios.
Dios puede, y muchas veces se comunica al hombre de formas que no esperamos, Los seres humanos creen que son poderosos, que pueden hacer fiesta, hacer su voluntad y nadie los puede detener, pero nadie puede burlarse de Dios. Mientras se desarrollaba la fiesta, bebiendo vino y gritando alabanzas a los dioses de Babilonia, de repente aparecieron los dedos de la mano de un hombre que escribieron en la pared.
Recuerdo que las ilustraciones que pintaba sobre esta mano representaban una mano muy grande, escribiendo sobre una pared que tenía muros adornados. Y en efecto, en las ruinas del palacio de Nabucodonosor, los arqueólogos descubrieron una gran sala del trono que probablemente fue el escenario de este banquete. A mitad de camino, en el largo muro opuesto a la entrada, había un nicho frente al cual bien podría haberse sentado el rey. Curiosamente, la pared detrás del nicho estaba cubierta con yeso blanco como lo describió Daniel.
Cuando un salvaje ladrón es atrapado se vuelve una mansa ovejita, así fue la actitud de Belsasar, su rostro cambió, es decir cambió de color, se le fue la borrachera, se puso pálido y su fiera actitud dominante se volvió un temblor de piernas. Horrorizado empezó a gritar que vengan los astrólogos, todos los adivinos, caldeos y sabios, en realidad muchos de estos eran simples hechiceros. ¿No son estos mentirosos los primeros en venir cuando se trata de estar en el poder del gobierno?
Belsasar les ofreció riqueza y poder a quienes descifraran las palabras escritas en la pared, pero esa gran recompensa que se ofreció no sirvió de nada, porque los sabios que se reunieron no pudieron leer ni interpretar la escritura.
La reina vino entonces al banquete, seguramente escuchó el clamor y lamento en vez de risas y fiesta, fue ella quien dio la sugerencia perfecta, que venga Daniel. Entonces llevaron a Daniel ante el rey. Y el rey habló y dijo a Daniel: ¿Eres tú ese Daniel? He oído hablar de ti, que el espíritu de los dioses está en ti, y que luz, inteligencia y excelente sabiduría se encuentran en ti.
Me pregunto, si Belsasar había oído de Daniel, ¿por qué no lo llamó primero? Hizo lo mismo que su padre Nabucodonosor. Creo que por orgullo, así son los hombres que no están dispuestos a buscar la sabiduría de Dios hasta que su propia bancarrota se hace evidente. Entonces se busca ayuda demasiado tarde, como en el caso de Belsasar, su orgullo e incredulidad acumulados precipitaron la crisis y caída de su gobierno.
Daniel descifró la escritura en la pared:
"MENE" es una palabra que se traduce como contar y se encuentra repetida contar, contar.
"TEKEL" simplemente significa "pesar".
"PERES" es el singular de Upharsim que significa dividir.
Belsasar y su gobierno fueron contados y no valían nada, fueron pesados y no pesaban nada, por lo tanto sería partidos, es decir divididos. Esto es algo que los poderosos de este mundo no quieren aceptar, sólo Dios está en el mando supremo de los reinos de la tierra. El profeta Ezequiel escribió en 21:27, ¡A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, hasta que venga aquel a quien corresponde el derecho, y yo se lo entregaré!". Dios continuará quitando el poder a unos reinos y entregándoselo a otros hasta que Cristo venga.
Si recordamos la trayectoria de dictadores que han asolado a sus países y a una parte del mundo, que eran temidos y causaban terror a quienes eran gobernados por ellos tenemos también que recordar el final trágico que tuvieron y como fueron desapareciendo del escenario de la historia. ¡Dios tiene el control de todas las naciones!
Sigamos orando sin cesar y no dejemos de predicar.
Martha Vílchez de Bardales









Los que detentan poder sea político o económico se imaginan que el mundo está en sus manos y que pueden hacer lo que quieren pero no saben que su dominio es temporal y que les puede ser quitado en cualquier momento y dado a otro