La infidelidad duele mucho

“Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas !!vuélvete a mí! dice Jehová. Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza.” Jeremías 3:1-3

Superar la infidelidad conyugal es un problema muy personal, porque cada pareja decide qué es lo correcto para ella y para su vida. He escuchado a personas poniéndose en el caso hipotético de una infidelidad afirmar con vehemencia que romperían su matrimonio si su pareja le fallara, pero esta reacción suele cambiar cuando la tragedia toca sus hogares.

Es muy difícil decidir un divorcio por causas de infidelidad, en el caso de la mujer engañada, ella pone en la balanza los años de convivencia, las metas que alcanzaron juntos, los hijos que no soportarían la separación, y el arrepentimiento del esposo. Sin embargo, cuando ella decide perdonar, será necesario recobrar la confianza, mejorar la comunicación, y sobre todo, permitir que Dios ayude a la pareja a superar esta crisis.

Perdonar una infidelidad implica hacerlo en el sentido estricto de la palabra, es decir, cubriendo la falta con el amor de Dios. Porque nadie puede decir que perdona la traición pero se vuelve controlador, obsesivo, celoso, desconfiado y agobiante con su pareja.

En este capítulo Jeremías hace una referencia a Deuteronomio 24:1-4 donde se habla sobre el divorcio, aquí dice que cuando un hombre se divorcia de su mujer y ella se convierte en la esposa de otro hombre, ella tiene prohibido regresar a su primer marido. Esta parece una ley difícil de entender porque hay parejas que se divorciaron, hicieron nuevas familias y después volvieron con sus primeros compromisos, por lo tanto se entiende que esta ley fue hecha para que las parejas no hagan del matrimonio una relación irresponsable donde podías hacer tu voluntad sin respeto a la dignidad del cónyuge.

Dios quería hablar sobre este modo de pensar y decir, “No, no puedes tratar al divorcio y casarte de nuevo con tanta facilidad. No lo permitiré.”

La nación elegida, el pueblo a quien Dios había llamado como su esposa, había sido infiel, se había inclinado hacia la idolatría porque era la forma de vida más fácil y más popular, pero era un camino que los llevó a rebajar sus normas y los hizo descender a un nivel moral bajo. Sin embargo, como un esposo fiel, Dios les pidió a aquella gente que volviera a Él.

No nos debe sorprender la fidelidad de Dios, pero si debe asustarnos que nosotros nos parezcamos a esa esposa infiel. Muchas veces las personas creen que no han caído en una traición a Dios, ni mucho menos lo han abandonado. Probablemente se dicen a sí mismos que solamente están ocupados, y ponen delante de Dios otras cosas, eso no les parece malo, no son dioses, ni significa infidelidad. Pero que a tu parecer no parezca malo, no significa que sea bueno para Dios.

Tenemos que examinarnos a nosotros mismos. Por favor lee todo el capítulo y hazte las siguientes preguntas: ¿Este capítulo toca tu corazón? ¿Tiene sentido para ti? ¿Realmente has hecho un verdadero compromiso con Dios? ¿Tu amor está dividido? ¿Amas a Dios parcialmente? ¿Estás comprometido en parte con Dios y en parte con tus demás ocupaciones? ¿Tienes un compromiso total y completo de ti mismo con Dios, Jesucristo y las cosas del Espíritu? ¿Tienes tiempo suficiente para buscar en Dios por su Palabra y en oración?

Esta pandemia ha llevado a muchos cristianos tibios a volverse cristianos apasionados por Dios, pero también a muchos cristianos comprometidos a alejarse completamente del Señor, y del servicio fiel.

Nuestro Padre nos está llamando a un compromiso de amor, nos está llamando a alejarnos de la idolatría, a las cosas del mundo, el amor del mundo y las cosas que hay en el mundo. "Venid aparte de ellos y apartaos, dice el Señor. No toquéis lo inmundo. Y yo seré para vosotros por Padre, y vosotros seréis mis hijos.” Dios está mirando nuestros corazones y sufre cuando ve que está dividido, nadie puede mentirle al Señor.

¿Qué maldad, dijo Dios, he hecho para que te apartes de mí? esa súplica a la nación infiel se repite para nosotros, pero con amor insiste el Señor:

• Vuélvete, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo. 3:12

• Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo. 3:14

• ¡Vuelvan conmigo, hijos rebeldes! ¡Yo los convertiré en hijos obedientes! 3:22

La dulce voz de Dios nos llama, no te tardes en responder

Con amor

Martha Vílchez de Bardales