No seremos consumidos
- IB La Molina
- 5 may 2023
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“Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.” Lamentaciones 3:21-25

Sigo escribiendo acerca de la gratitud que le debo dar a Dios con toda mi vida. Quiero meditar con ustedes en este pequeño libro de Lamentaciones, escrito por el profeta Jeremías, aunque nunca se menciona específicamente como el autor de Lamentaciones, pero es una a la que se llegó por la gran similitud con el libro de Jeremías.
El Libro de las Lamentaciones es la colección de cinco poemas o canciones de luto por la conquista de Jerusalén y el Reino de Judá. Pero ahora que estamos meditando en el capítulo tres, notarán que también continúa con la queja por un doloroso sufrimiento personal
Creo que cualquiera que ha pasado por circunstancias duras en su vida puede hacer suya las palabras dolorosas del autor: “Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo. Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz; ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día. Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos.”
¿Quién no ha sentido un dolor tan fuerte que parece que no hay salida? A Jeremías le dolían hasta los cabellos por la pérdida de su pueblo, más de pronto, en este capítulo el autor se permite tener esperanza: “Esto recapacitar en mi corazón, por lo tanto esperaré”. Él había estado hundido en el mar de la pena y de pronto recordó algo que le devolvió la fe.
¿Te has sentido hundido en el mar alguna vez? El mar de las desilusiones, el mar de las frustraciones, el mar de la traición y puedo continuar con mares y océanos gigantes de desencanto, decepción, dolor, pérdidas y resignación. Pero Jeremías salió de esa muerte segura recordando que la Misericordia de Jehová nunca se acaba, se renueva cada mañana, es tan grande que la pone a la disposición de los que la necesitan.
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos”
Creo que Dios dijo: ¡Basta de lamentos Jeremías! Ahora traigo a tu memoria que a pesar que mi pueblo ha pecado una y otra vez, a pesar que ahora parecen completamente derrotados, aún no habían sido consumidos por completo. Todavía había un remanente, y un remanente con una promesa de restauración. Porque mientras hay vida, hay esperanza.
Cada vez que he vivido una prueba dura y he llegado a pensar que ya nada se puede lograr, el Señor me hizo pensar: En efecto esto es malo, pero podría haber sido peor, porque podría haber sido consumida sin salida ni solución, pero la misericordia del Señor nunca me ha fallado. El tierno afecto de Dios no se ha agotado por completo; estas misericordias son nuevas cada mañana.
Desde que mi esposo y yo dedicamos nuestra vida entera al ministerio pastoral, hemos tropezado y caído en muchos mares de decepciones y resignaciones, son cuarenta y dos años bregando tercamente en el servicio a su iglesia, no hubiéramos podido seguir sin esta promesa: “Nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad”. Cada día que empieza con la luz de la Palabra, el Señor alienta nuestra alma, nos da esperanzas que humanamente no existen, su compasión la sentimos y sus promesas nos levantan. ¡Grande es el Señor nuestro y lleno de misericordia!
Amado hermano, no importa cuán malo haya sido el día anterior, el pueblo de Dios puede mirar hacia la nueva mañana con fe y esperanza. A veces parecerá que todo está mal, que nada funciona, que los problemas hacen fila para atormentarte, todo esto es como agua estancada que huele mal y quita la voluntad de perseverar, pero el Aliento de Dios es la Providencia que viene desde el cielo con Gracia, Él es la Fuente de vida, es agua limpia que purifica toda esa agua estancada y la hace correr, es agua fresca que salta para vida eterna.
Gracias a Dios por sus Misericordias, porque son nuevas cada mañana.
Con amor
Martha Vílchez de Bardales
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